Desde los 3 a los 5 años es un momento del desarrollo clave para establecer rutinas saludables.
Los hábitos y las rutinas son buenos para el desarrollo, y tanto desde la escuela como en casa hay que trabajar cada día para inculcar a los peques estilos de vida saludables que les permitan crecer en armonía y desarrollar su autonomía personal.
Pero, ¿qué recursos tenemos para generar rutinas saludables, sobre todo si trabajamos y pasamos bastantes horas fuera de casa? En este artículo te damos algunos consejos.
Cómo construir una rutina saludable en la etapa de infantil
Los niños y niñas de 3 a 5 años ya tienen la capacidad de empezar a crear rutinas, algo que además les ayudará a muchos niveles, entre otros:
- Les da confianza y seguridad
- Fomenta su autonomía
- Mejora su autopercepción y su autoestima
- Ayuda a entender el tiempo
- Aumenta su capacidad cognitiva
- Reduce el estrés al poder anticipar
- Genera un impacto positivo en su desarrollo emocional
- Establece pautas sociales
Por ello, es interesante que en casa dediquemos tiempo a crear rutinas. Básicamente esto consiste en realizar acciones que se repiten cada día en una franja horaria similar, intentando no saltarlas siempre que se pueda.
Algunos recursos que podemos utilizar son:
- Evitar las prisas. Quizá este sea el más difícil de respetar, ya que los adultos generalmente vamos siempre con prisas. Pero la prisa es la enemiga de la rutina, ya que nos empujará a saltarnos los hábitos diarios “porque no da tiempo”.
- Dividir las rutinas en mañana – tarde – noche. Hay hábitos muy sencillos que son fáciles de mantener en el tiempo, como por ejemplo despertar siempre con una canción por la mañana, recoger el plato después de desayunar o dejar los zapatos siempre en el mismo sitio. A base de repetir acciones, se crean hábitos.
- Utilizar un horario visual. Consiste en crear carteles para diferentes momentos del día (por ejemplo, antes de ir a dormir) con las acciones que hay que hacer.
- Hacerles partícipes de seguir la rutina. Lo podemos hacer con preguntas como: ¿qué hacemos después de comer? Antes de dormir, ¿qué toca?
- Ayudarlos a entender la percepción temporal. Muchas rabietas se desatan cuando interrumpimos una actividad que el niño o niña está llevando a cabo sin avisarle claramente de cuándo va a finalizar esa actividad. Para anticipar esos momentos, podemos cambiar frases como “5 minutos más y nos vamos” por “puedes tirar a la canasta 3 veces más y nos vamos”.
- Crear los hábitos poco a poco. La idea de crear simultáneamente muchos hábitos es complicada para la mente de un niño o niña en la etapa de infantil. Por eso, es conveniente empezar con cosas sencillas e ir afianzando rutinas antes de incluir nuevas.
- Incluir retahílas y canciones. Para que los niños y niñas instauren rutinas, es muy útil inventar canciones y retahílas que puedan aprender y repetir y que les recuerden qué viene a continuación.
- Convertir los hábitos en algo divertido. ¡Todo puede ser un juego! Desde recoger los juguetes hasta lavarse los dientes, hay que plantear las rutinas con buena actitud y no como algo malo.
