Durante la infancia es importante jugar. El juego es mucho más que algo puramente lúdico: es una fuente de aprendizaje inagotable.
En este artículo ya mencionamos la importancia del juego durante la escuela infantil, pero generalmente cuando los niños y niñas llegan a la etapa primaria comienzan a tener menos tiempo para jugar. Esto se debe a que el ritmo académico se acelera, así como las obligaciones extraacadémicas (actividades extraescolares, refuerzo de materias, aprendizaje de otras disciplinas etc.). Pero es importante guardar tiempo para el juego libre, y te contamos por qué.
Cuáles son los beneficios del juego en la infancia
Jugar tiene ventajas para los niños y niñas, que a través del juego comprenden el mundo, aprenden habilidades, se relacionan y mucho más. Estas son algunas de los beneficios de jugar:
1. Aprender sobre normas y turnos
Una de las mejores formas de aprender que las normas son necesarias para regular la convivencia es a través de actividades recreativas. Los juegos generalmente tienen normas, que no están ahí por casualidad. Además, los turnos ayudan a reforzar la paciencia y el autocontrol, lo que hace que sean más cívicos y tolerantes.
2. Mejorar la capacidad de concentración
Los niños y niñas, cuando juegan, pueden estar horas en lo suyo sin despistarse. Y es que la atención no se trabaja solo en lo académico, de hecho, el juego es una herramienta muy valiosa para adquirir la capacidad de concentración.
3. Explorar la realidad
¿Sabes qué es el juego simbólico? Se trata de aquel en el que los peques utilizan su imaginación para recrear algo. Por ejemplo, pueden convertir una escoba en un caballo o ellos se pueden convertir en doctores pasando consulta. Pues este juego simbólico les ayuda a desarrollar la creatividad, comprender el mundo, expresar ideas y relacionarse con sus iguales.
4. Desarrollar el lenguaje
El juego les permite desarrollar el lenguaje y ampliar su vocabulario de una manera divertida. Muchos juegos, como los trabalenguas o las adivinanzas, además pondrán a prueba su ingenio.
5. Ganar autoconfianza
Hay muchas actividades que pueden hacer sentir inseguros a los niños y niñas, ya que generalmente cuando aprenden algo nuevo siempre reciben correcciones para ir perfeccionándolo. Sin embargo, a la hora de jugar son libres de probar, equivocarse, y aprender desde la libertad.
6. Desarrollo físico
Para jugar generalmente hay que utilizar la psicomotricidad (ya sea la fina en juegos como manualidades o juegos de tablero) como la gruesa (en actividades lúdicas como los juegos de correr o saltar). Esto hace que, sin darse cuenta, los peques desarrollen sus habilidades físicas y puedan aplicarlas en cualquier otra actividad de su vida, como escribir correctamente, cocinar o bailar.
7. Aumentar la felicidad
No podemos olvidar la más obvia: ¡jugar es divertido! Y eso hace que los niños y niñas se sientan, a nivel global, más felices en su vida. Desde luego hay que hacerse cargo de las obligaciones y responsabilidades, pero tener momentos para jugar sin presión, solo para divertirse, es fundamental para que puedan crecer felices.
