Los trastornos de la conducta alimentaria son un problema grave, sobre todo en la adolescencia. Hoy hablamos sobre su prevención y detección.
La relación con la comida puede ser un tema complicado ya desde la primera infancia, cuando los peques comienzan a sentir rechazo por algunos alimentos. Pero es sobre todo a partir de los últimos ciclos de primaria y durante la secundaria cuando se desarrollan generalmente los trastornos de la conducta alimentaria o TCA.
Los trastornos de la conducta alimentaria son trastornos psicológicos que conllevan graves anomalías en el comportamiento con la comida, y tienen origen multifactorial. Es decir, que pueden aparecer por múltiples causas, lo que hace más complicada la prevención.
El origen de estos trastornos se asocia a alteraciones psicológicas como son como el perfeccionismo, la impulsividad, la baja autoestima, la insatisfacción con la imagen corporal, etc.
Pero, ¿cómo prevenir y detectar un TCA en casa?
Consejos para prevenir los TCA en casa
Una de las mejores maneras de prevenir los TCA es promoviendo la autoestima en nuestros hijos e hijas, y ayudándolos a desarrollar el pensamiento crítico, sobre todo con los mensajes que llegan a través de medios de comunicación y redes sociales.
Otras cosas que podemos hacer en casa es llevar una alimentación ordenada y saludable, sin establecer la conocida como “cultura de la dieta” en la se realizan restricciones y hay alimentos clasificados como “buenos” o “malos». Asimismo, cuidar los mensajes propios y hacia los demás sobre el físico.
Desde la Asociación contra la anorexia y la bulimia de Cataluña propone en su web algunas acciones que se pueden realizar desde el núcleo familiar para prevenir los TCA:
- Comer una vez al día en familia.
- Estar todos los miembros de la familia alrededor de la mesa, sin televisión y sin dispositivos, comiendo todos y todas lo mismo. Disfrutar de un momento de conversación en familia.
- Respetar la sensación de saciedad de los niños y adolescentes para mantener una buena relación con la comida. Confiar en su capacidad de autorregulación.
- Favorecer el consumo de preparaciones saludables y equilibradas dentro de la dieta mediterránea.
- No utilizar la comida como premio o castigo.
- Fomentar la comunicación en la familia, y promover que los más pequeños también participen y den su opinión.
Datos y formas de detección de un TCA
Algunos datos que nos aportan desde esta asociación es que el 5% de los adolescentes y jóvenes (de 12 a 21 años) sufren un trastorno del comportamiento alimentario, y que otro 11% tiene síntomas de riesgo. Además, es un trastorno que se da más en chicas: 9 de cada 10 personas con el trastorno, son mujeres.
¿Conocías estos datos?
Algunas señales que nos pueden poner en alerta de que nuestra hija o hijo está padeciendo un TCA son:
- Alimentación: utiliza dietas restrictivas de forma injustificada, se preocupa muchísimo de la alimentación, prefiere no comer en compañía, tiene interés exagerado por las calorías y las recetas, va al baño después de comer…
- Peso: tiene miedo exagerado al sobrepeso, utiliza laxantes o diuréticos…
- Imagen corporal: intentos de esconder el cuerpo, autopercepción distorsionada…
- Ejercicio físico: utilizarlo solo como vía para adelgazar y no por disfrute, está nervioso si no hace deporte un día…
- Comportamiento: insatisfacción permanente con el cuerpo, cambios de humor, dificultad de concentración, tendencia al aislamiento…
Ante cualquier signo de alarma preocupante, lo mejor es acudir a un profesional de la psicología o venir a hablar con el centro educativo para que podamos ayudarte a tomar decisiones y apoyar a tus hijos e hijas.
