El sueño es importante para el desarrollo y bienestar infantil. Los recién nacidos duermen de 16 a 18 horas al día, y este tiempo va disminuyendo poco a poco. A los 2 años el promedio de sueño está en 13 horas.
Los despertares nocturnos son normales: entre el 20-40% de los niños menores de 3 años se despiertan varias veces por la noche.
¿Cómo podemos mejorar el sueño de los bebés?
Edad
Hasta los 6 meses los ciclos de sueño están condicionados por la alimentación (hambre – saciedad – sueño), es a partir de los 6 meses cuando empiezan a tener ciclos de sueños más parecidos a los adultos (actividad durante el día, descanso en la noche).
Comida
Hay que intentar que el bebé permanezca despierto mientras come (aunque es común que se quede dormido, sobre todo los primeros meses) de modo que no necesite estar comiendo para conciliar el sueño. Después de comer se le puede colocar en la cuna, todavía despierto, para que concilie el sueño allí.
Rutina
Es recomendable establecer rutinas tempranas para preparar el sueño. Por ejemplo, hacer siempre lo mismo a la hora de acostarlo (cantar una canción determinada, asociar un juguete especial de transición, utilizar frases o palabras clave…).
Comodidad
Cuando vaya a dormir, que esté lo más cómodo posible: pañal cambiado, gases expulsados, superficie plana, buena temperatura, posición adecuada…
Día y noche
Los recién nacidos no diferencian entre el día y la noche, por lo que necesitan tu ayuda para, poco a poco, ir entendiendo la diferencia.
Durante el día, puedes hablarle más mientras está despierto. Durante la noche, utiliza un tono de voz más suave y actúa con más calma. Con el tiempo comprenderá la diferencia y empezará a dormir más por la noche.
