El ciberbullying o ciberacoso es el acoso o la intimidación a través de las tecnologías digitales. Te ayudamos a prevenirlo y detectarlo.
Cuando hablamos de ciberbullying o ciberacoso nos referimos al acoso a través de los dispositivos tecnológicos, principalmente mediante el uso de Internet (los videojuegos en línea están incluidos, ya que generan interacción entre los adolescentes). La principal diferencia con el acoso es que existe menos control y, generalmente, es más difícil identificar a los agresores, ya que se pueden esconder bajo un perfil falso.
Qué es el ciberbullying y ejemplos
Para que se considere ciberbullying tiene que existir una agresión o intimidación que se repite en el tiempo, generalmente entre dos personas en desequilibrio de poder. Los casos clásicos de ciberacoso son:
- Difundir mentiras sobre alguien.
- Publicar fotos, vídeos o mensajes privados sin permiso.
- Enviar amenazas.
- Suplantar la identidad de una persona.
- Bromas pesadas en las que la parte que está siendo “víctima” de la broma lo está pasando mal.
- Mensajes degradantes, desagradables o amenazantes.
- Cualquier forma pública de dañar la imagen de una persona.
Cómo prevenir el ciberacoso en menores de edad
La prevención del ciberacoso se debe trabajar igual que se previenen otro tipo de riesgos, y una parte importante es dotar a los jóvenes de herramientas de comunicación asertiva que les permitan frenar situaciones de violencia.
- Mantener una escucha activa con los adolescentes.
- Fomentar valores cívicos también en entornos tecnológicos. Hoy en día no podemos omitir que Internet es una vía de comunicación más que hay que aprender a utilizar de forma respetuosa.
- Utilizar el control parental de las plataformas y redes. La mayoría de aplicaciones cuentan con control parental para limitar tipo de interacciones, páginas web que se pueden visitar, pagos a través de la app…
- Aprender a respetar la propia privacidad y no compartir información privada ni sensible. Igual que no abrirían la puerta de su casa a cualquier persona, si tienen redes sociales es conveniente que no sean públicas. De ese modo controlan quién puede ver sus publicaciones. También deben aprender a bloquear y protegerse.
- Limitar el tiempo de uso del teléfono y del ordenador. Una manera de conseguirlo de forma natural es dando alternativas de actividades (deporte, ocio en familia, voluntariado…). En cualquier caso, establecer límites es sano y necesario.
- Enseñar que posicionarse del lado del agresor o mantenerse al margen es una manera de acosar indirectamente. La respuesta del grupo de iguales es muy importante para terminar con el acoso, y esto se trabaja a través de la empatía y la autoestima.
- Explicarles que no tienen por qué tolerar comportamientos agresivos ni intimidantes.
Antes de que aparezca una situación de acoso, deben saber que siempre os pueden contar que algo está sucediendo para que busquéis una solución entre todos.
El acoso digital o ciberbullying está penado en España igual que cualquier otro tipo de acoso, por lo que hay que denunciarlo. Se trata de un delito con responsabilidad penal, incluso si es un menor el que lo está llevando a cabo.