Aprender a compartir es un proceso que lleva tiempo y forma parte del crecimiento y del proceso evolutivo de los niños.
Compartir es un gesto que ayudará a los más peques a tener relaciones sanas, a vivir experiencias significativas con otras personas y a desarrollar la empatía.
Es importante enseñarles que las cosas en sí no tienen valor. Lo que haces con esas cosas y cómo las disfrutas y las compartes es realmente lo que las hace especiales. Pero los niños necesitan tiempo para comprenderlo e integrarlo.
No te preocupes, porque hay maneras de propiciarlo y una de las más importantes es a través del juego.
La capacidad de compartir en el desarrollo evolutivo
La etapa de primer ciclo de primaria es clave para que nuestros peques comprendan la importancia de compartir. Y no es tarea fácil, ya que para llegar a la empatía y a la cooperación los niños pasan por una etapa de desarrollo conocida como preoperacional. Va desde los dos años hasta los siete aproximadamente, y una de sus características es el pensamiento egocéntrico.
Ojo, esto no es malo y forma parte de su desarrollo normal. Solo son capaces de ver el mundo a través de su perspectiva, y poco a poco irán desarrollando otras capacidades. De los siete a los once años empezarán a utilizar la lógica y a comprender el funcionamiento de las normas sociales.
El juego como forma de aprender a compartir
En primero y segundo de primaria comienza a suceder el juego reglado entre los niños, y con él los primeros atisbos de la colaboración y cooperación. Los niños comenzarán a ver el juego como un bien común en el que se comienzan a poner en práctica habilidades sociales fundamentales para desarrollar la empatía.
Y por eso, a través del juego es como mejor se aprende a compartir.
Hay que fomentar que jueguen con otros niños y enseñarles actividades en las que compartir sea fundamental para el juego. Un par de ejemplos:
- Deportes en equipo: fútbol, baloncesto, balonmano, vóley, rugby…
- La comba y otros juegos tradicionales: actividades en las que se necesitan varias personas para llevarlas a cabo y en las que se van cambiando los roles (ahora salto, ahora doy a la comba).
Consejos para enseñar a compartir en casa
- Sé un ejemplo. Los niños aprenden más de lo que ven que de lo que oyen, por lo que practicar el ejemplo en casa es muy importante para que aprendan a compartir.
- Procura no obligarlos, ya que entonces sentirán una gran frustración. Quizá no estén preparados para comprender qué es compartir. Cada peque tiene sus procesos, no lo compares con otros niños.
- Recuérdales que prestar algo no implica perderlo. Muchas de sus negativas a compartir serán porque todavía no entiendan el concepto de dar algo y que luego sea devuelto.
- Que participen en actividades caseras en las que se reparte algo. Por ejemplo, a servir la comida para todos.
- Propón juegos en los que sea necesario compartir para que lo interioricen de forma natural.
- Enseñar a pedir cosas y a dar las gracias. Este ejercicio se puede realizar desde muy pequeños, ya que interiorizar las normas sobre cómo se comparte hará que lo comprendan mejor.