Cada niño tiene sus gustos, sus capacidades, su ritmo de aprendizaje y sus motivaciones. Para poder ofrecerles el mejor futuro, podemos ayudarles a encontrar sus intereses de aprendizaje y potenciar sus habilidades.
Descubrir los intereses de aprendizaje de mis hijos para ayudarlos en su futuro
Todos los niños tienen talento para algo. Puede ser para memorizar, puede ser para inventar historias o para jugar a la pelota. Puede ser para varias cosas y para muchas a la vez. Descubrir los intereses de aprendizaje de tus hijos es fundamental para ayudarlos en su crecimiento y para que encuentren la motivación por el aprendizaje.
Todos los niños y niñas van mostrando su interés sin verbalizarlo, simplemente por la cantidad de tiempo que quieren pasar haciendo esto o aquello. Pero también podemos explorar con ellos diferentes disciplinas y habilidades para que tengan la oportunidad de saber si algo les interesa.
Ideas para estimular la curiosidad por el aprendizaje
- Hacerles preguntas y responder las suyas con más preguntas. Los niños van a hacer muchas preguntas para comprender el mundo, pero no son los únicos que deben plantearlas. Podemos preguntarles muchas cosas para que indaguen sobre el funcionamiento del mundo. “¿Te imaginas cómo se ha hecho ese jersey que llevas?” “¿Sabes señalar en un mapa dónde está la casa de los abuelos?”
- Ayudarlos a razonar. Por ejemplo, si no saben la respuesta a algo plantéales maneras de imaginar cuál puede ser antes de buscarla en Internet.
- Llevarlos a diferentes actividades. Ir al teatro, escuchar un concierto, visitar distintos museos, acudir al planetario, llevarlos un día al trabajo, viajar, ir a la biblioteca, ver un partido de baloncesto…
- Preguntar a los profesores. Los docentes tienen todos los sentidos puestos en las capacidades de cada alumno, y hablando con ellos puedes obtener mucha información.
- Fomentar la experimentación. Haciendo es como mejor se sabe si algo te gusta o no, así que promueve espacios para la experimentación de distintas habilidades y disciplinas.
En busca del “elemento” de los niños
Hay un libro llamado “El elemento”, escrito por Ken Robinson, en el que se reflexiona sobre la importancia de encontrar el elemento de cada persona. Según el autor, este elemento no es otra cosa que la combinación entre las aptitudes que una persona tiene de forma natural y lo que le gusta. Es decir, encontrar lo que se le da bien y le motiva.
Este elemento está compuesto por:
- Capacidad: facilidad para hacer algo.
- Vocación: gusto por ese algo.
- Actitud: la predisposición.
- Oportunidad: sin oportunidad, no existe forma de desarrollar ese elemento.
Los papás tenemos la oportunidad de ayudar a nuestros hijos en el camino de la búsqueda de ese elemento ofreciéndoles oportunidades de aprendizaje en distintas áreas. También observando aquellas cosas para las que tienen talento natural, que pueden parecer a priori poco prácticas, pero que pueden tener una disciplina asociada.
Al fin y al cabo, sabemos que la inteligencia no es una sola, que se pueden desarrollar inteligencias en diferentes áreas, y que ser bueno en disciplinas que se alejan de lo tradicionalmente “intelectual” no significa no ser inteligente.
