La Asociación Española de Pediatría advierte de que los niños de 9 a 17 años son más sedentarios que en generaciones previas. ¡Vamos a evitarlo!
El sedentarismo es, en resumen, la falta de actividad física regular. Según advierten desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) el número de niños y niñas sedentarios ha aumentado, especialmente desde la pandemia. Pero está en nuestras manos cambiar la situación para conseguir que la infancia y adolescencia sean una oportunidad para consolidar los hábitos saludables que les den acceso a un mejor estado de salud en la vida adulta.
Conseguir que los niños y niñas no sean sedentarios: ¡un reto en familia!
A decir verdad, el sedentarismo no es exclusivo de los más pequeños. Desde que el teletrabajo es una realidad para muchas más personas, el sedentarismo ha aumentado en adultos, por lo que tenemos que ver esto como una acción global para pequeños y mayores: ¡combatir el sedentarismo juntos!
Para ello, el reto que plantean desde la AEP es sencillo: hacer ejercicio 60 minutos al día (o más, claro, este es el mínimo). ¡Se puede conseguir!
Acciones para llevar una vida menos sedentaria
- Ir caminando a los sitios. Muchas veces, cuando vamos a algún sitio que está un poco lejos (que puede ser el colegio, el supermercado, ir a visitar un familiar…) nos montamos en el coche y llegamos en un momento. ¿Por qué no aprovechar esos momentos para caminar, montar en bicicleta o para correr?
- Montar un gimnasio en casa. Y no hablamos de comprar un montón de máquinas ni gastar dinero. Más bien se trata de no poner nunca como excusa el mal tiempo, y si ese día no se puede salir a hacer ejercicio a la calle, desplegar las esterillas en el salón de casa y hacer una sesión de fitness todos juntos.
- Bailar. El baile es uno de los ejercicios más completos, y se puede hacer en cualquier momento: mientras se cocina, mientras se recogen los juguetes, al limpiar… Solo poner un poco de música de fondo es necesario para convertir un momento sedentario en un momento no solo de ejercicio, sino también de alegría.
- Explorar diferentes deportes. En el colegio les proponemos un amplio abanico de actividades deportivas dentro del día a día, y eso se puede complementar con una oferta de actividades deportivas en familia. Se puede ir un día a escalar al rocódromo, otro a jugar a los bolos, otro a patinar, otro a correr… En la variedad está el gusto, y no tenemos por qué limitarnos a los deportes más conocidos.
- No plantear el deporte como un castigo. A veces tendemos a quitarle la parte divertida a salir a hacer deporte, y lo planteamos como: “deja la consola que tenemos que salir a andar”. No debe ser un momento obligatorio y aburrido, sino todo lo contrario: hacerlo con ganas.
- Aprovechar para pasar tiempo de calidad en familia. ¡Un momento de crear anécdotas, reírse, hablar de la vida y conectar!
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