La alimentación es muy importante en la infancia, ya que los niños y niñas deben ingerir los nutrientes necesarios para su correcto crecimiento. ¿Cómo afectan el azúcar y los procesados en esta etapa?
El problema con los sabores en la dieta infantil
Es normal que los niños tengan un extenso listado de alimentos que no quieren comer o que no les gustan. Normalmente llevan peor el consumo de verduras, pescados y frutas (en general). ¿Por qué sucede?
Uno de los motivos es que los alimentos ultraprocesados tienen sus sabores adulterados por el azúcar (y la sal, el glutamato, los saborizantes…), lo que hace que sean deliciosos y queramos comerlos sin parar. El problema es que, si acostumbramos el paladar de los más pequeños a sabores intensos como el de los gusanitos o el de las galletas de chocolate, sentirán todavía más rechazo ante alimentos naturales como la verdura y la fruta. Estarán acostumbrados a comer cosas tan sabrosas, que los alimentos que realmente les van a aportar vitaminas, minerales, proteínas etc. no les parecerán nada apetecibles.
Alternativas a los procesados y el azúcar
Llegados a este punto podemos pensar que no damos tanto azúcar a nuestros hijos, y seguramente de forma directa sea verdad. Pero la principal fuente del azúcar que consumen (el 64%) proviene de alimentos procesados. Los alimentos procesados más comunes son los zumos envasados, las galletas, la bollería, los postres lácteos, yogures y cereales.
¿Pasa algo por tomar alimentos ultraprocesados de vez en cuando? Hay corrientes, como el realfooding, que restringen directamente casi en su totalidad este tipo de alimentos. Pero restringir y prohibir alimentos es un factor de riesgo que puede acabar provocando un trastorno alimenticio, así que el mejor consejo para seguir con los peques es: no hay que prohibir alimentos, hay que llevar buenos hábitos alimenticios como rutina general. No pasa nada si un día se come una pizza o se meriendan galletas.
La alimentación consciente y saludable ¡es posible!
La rutina muchas veces es tan acelerada que no tenemos tiempo de cocinar, ni casi de comer de forma consciente. Es normal, y no pasa nada. Pero hay cosas que puedes hacer para ir reduciendo el consumo de azúcar y ultraprocesados de los niños:
- Planificar las comidas de la semana (incluyendo las meriendas y picoteos) para que todo el mundo sepa qué toca comer.
- Cocinar con tus hijos para que aprendan sobre alimentos y disfruten de la comida hecha en casa.
- No comprar zumos envasados, optar por batidos o zumos hechos en casa. Cambiar los bollos por bizcochos caseros. ¡También los pueden preparar los peques para que los disfruten más!
- Divertirse con la comida.
Los factores de riesgo de un consumo excesivo de azúcar y procesados
Sabemos que el consumo excesivo de azúcar es un factor de riesgo en muchos problemas de la salud, como el sobrepeso, las caries, la diabetes, las enfermedades del corazón…
El sobrepeso es un problema multifactorial que no solo tiene que ver con la alimentación (también con la genética, los hábitos, la actividad física, etc.), pero sí hay una relación entre el aumento del consumo de azúcares y productos ultraprocesados y la obesidad.