El juego es imprescindible para el desarrollo intelectual, físico, afectivo y social de los niños, por lo que tenemos que darles espacio para el juego libre.
- Jugar es la actividad fundamental en la infancia. Es su forma de interactuar con la realidad y de entender el mundo.
- El juego es un fin en sí mismo. Los adultos podemos promover juegos para que desarrollen sus capacidades, pero sin perder de vista que tenemos que dejar que se diviertan y exploren por sí mismos de forma espontánea.
- Jugar resulta placentero y a la vez es una actividad seria para los niños. Se puede saber mucho de su desarrollo simplemente observando cómo juegan.
- Con 1 y 2 años el juego es sobre todo en solitario, y predominan los juegos de movimiento repetitivos, mediante los cuales los niños y niñas aprenden muchísimo.
- Cualquier actividad se puede convertir en un juego para que sea llamativa para los peques: recoger los juguetes, ducharse, irse a dormir… es un recurso educativo muy interesante que podemos utilizar a lo largo de su crecimiento.