Los papás y mamás nos esforzamos para que nuestros hijos crezcan saludables, tengan un buen futuro, sean buenas personas y tengan opciones para hacer lo que más les guste en la vida. Pero en el proceso, a veces nos preguntamos: ¿realmente mi hijo o hija es feliz? ¿Cómo puedo ayudarlo a alcanzar la felicidad durante su crecimiento?
QUÉ ES LA FELICIDAD
Definir la felicidad es muy difícil, porque es subjetiva: el mismo hecho puede ser bueno para una persona y malo para otra.
Lo que sabemos es que la felicidad no es una meta, sino un camino diario en el que participa la autoestima, las expectativas, la motivación, la autoexigencia, el entorno y la gestión emocional (entre otras cosas).
Se puede aprender a ser felices. Para ello, no es necesario tener muchas cosas ni alcanzar muchas metas, sino dar importancia a las pequeñas cosas de la vida y bajar un poco el ritmo y la autoexigencia para disfrutar del camino.
Para que nuestros hijos e hijas sean más felices, tenemos que intentar serlo nosotros también, ya que somos su mejor ejemplo. Si mantenemos una actitud constructiva ante los problemas o somos agradecidos, ellos aprenderán a serlo también.
NIÑOS FELICES
A continuación, puedes ver algunos ejemplos de cosas que pueden hacer que tus hijos sean más felices:
- No ponerles etiquetas
- Ayudarlos a que valoren las cosas que hacen bien
- Tener una actitud positiva ante los problemas
- Enseñarles a que sean más autónomos
- Dejar tiempo para que jueguen
- Reducir las prisas diarias
- Pasar tiempo al aire libre
- Cuidar las amistades
- No compararlos
- Pasar tiempo de calidad en familia
- Escuchar sus intereses y problemas
- Cultivar sus aficiones
- Disfrutar del ocio
- Comunicarse activamente
- Respetarlos y quererlos
