No nacemos siendo empáticos: la empatía es una habilidad que se va desarrollando con los años. Entender el punto de vista y las emociones de otra persona es algo complejo, y podemos ayudar a los niños a adquirir esta habilidad.
Enseñar empatía a los niños es muy importante para su desarrollo, ya que esta habilidad es la que les va a permitir trabajar bien en equipo, resolver conflictos de forma sana, adaptarse a todo tipo de situaciones e incluso ser buenos líderes.
Para poder aprender a utilizar la empatía hay que trabajar desde muy pequeños la educación emocional. Ten en cuenta que, por el desarrollo del cerebro, hasta que los niños cumplan los 7 años no empezarán a poder comprender algo tan abstracto como la empatía.
Por eso, la etapa desde los 7 a los 12 años es tan importante para reforzar en casa esta capacidad, y hoy nos centraremos en herramientas de educación emocional para niños de 5º y 6º de primaria. En esta etapa ya empezarán a desarrollar una empatía más madura que va más allá de sus seres conocidos, también por aquellas personas que no conocen.
Cómo trabajar la educación emocional en casa y desarrollar así la empatía
Solidaridad y voluntariado
De los 10 a los 12 años es cuando se empieza a sentir empatía incluso hacia personas desconocidas, por lo que es el momento ideal para reafirmar la solidaridad. Para ello, puedes involucrarlos en una actividad o gesto solidario (participar en una asociación, apadrinar animales de una protectora, colaborar en una operación kilo…).
Trabajar la empatía y la solidaridad evitará que sean demasiado individualistas, los preparará para trabajar en equipo y les ayudará a hacerse cargo de responsabilidades.
Hacer teatro
El teatro ofrece la oportunidad de ser otra persona, de ponerse en el lugar de alguien y comprender bien sus motivaciones para poder representarlo. Por eso, las obras de teatro son una manera divertida de trabajar la empatía (y muchas otras habilidades, como la memoria y el trabajo en equipo).
No es necesario apuntarles a extraescolares de teatro, puedes organizar actividades teatrales entre hermanos, primos o amigos (como una representación de Navidad o un juego de títeres).
Hablar de nuestro día durante la cena
En general, la cena es el momento del día donde por fin nos juntamos todos en casa, y por tanto es el momento ideal para hablar en familia. No pasa nada si vemos la tele un rato, pero es importante reservar una parte de la cena para hablar de cómo nos ha ido el día a cada uno.
No os limitéis a describir el día, hablad de cómo os ha hecho sentir lo que habéis vivido y no invalidéis ninguna emoción. Si alguien se ha sentido mal por algo, no le quitéis importancia. Escuchad con atención.
Las tareas de la casa, cosa de todos
Valorar el trabajo de los demás es una buena forma de trabajar la empatía sin esfuerzo. En la infancia tendemos a dar cosas por hecho, a pensar que hay cosas que no cuestan esfuerzo y que simplemente están ahí. Como las tareas de la casa. Por eso, poner en valor que hay personas realizando ese esfuerzo y hacer partícipes a los niños de estas tareas, les ayudará a ponerse en el lugar de los demás cuando realicen acciones.
El ejemplo, la herramienta más poderosa
Las personas vamos adquiriendo prejuicios con las experiencias y los años, y los niños aprenden de todo lo que decimos y hacemos. Por eso, cuidar y trabajar nuestra propia empatía dará el mejor ejemplo en casa.